El dopaje no es un problema exclusivo de los deportistas humanos, los animales de competición también son víctimas de esta práctica ilegal y poco ética que puede tener graves consecuencias para la salud del animal.
El dopaje en animales de competición consiste en la administración de sustancias —como fármacos, hormonas o estimulantes— con el fin de potenciar su rendimiento físico durante una prueba deportiva.
En España el dopaje animal está regulado por la Ley de Protección Animal y por las normativas específicas de cada federación, aplicando controles antidopaje. Las sanciones pueden incluir descalificación, multas económicas e incluso penas por maltrato animal.
En deportes como la hípica, carreras de galgos o concursos caninos, el uso de sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento se ha convertido en una realidad que preocupa tanto a veterinarios como a cuerpos de inspección y federaciones deportivas.
¿Cuáles son las sustancias más utilizadas?
Según explica nuestra directora de laboratorio, Soraya Lolo, las sustancias más comúnmente detectadas en animales dopados pertenecen a varios grupos:
- Esteroides anabolizantes, usados para aumentar la masa muscular.
- Estimulantes como anfetaminas o cafeína, para incrementar la resistencia.
- Analgésicos y antiinflamatorios, cuya función es enmascarar el dolor y permitir que un animal lesionado compita.
- Hormonas como la EPO o la testosterona, que mejoran la capacidad aeróbica.
Este cóctel químico no solo falsea la competición, sino que expone al animal a riesgos muy serios.
Consecuencias reales sobre la salud de los animales
Lejos de ser inofensivo, el dopaje puede tener efectos devastadores para la salud de los animales. “El uso de estimulantes puede provocar colapsos cardíacos. Los diuréticos mal administrados causan deshidratación severa, con consecuencias renales, neurológicas o cardíacas. El abuso de antiinflamatorios puede terminar en úlceras gástricas y fallo hepático o renal”, señala la experta en toxicología veterinaria.
Uno de los aspectos más crueles del dopaje es el uso de analgésicos para silenciar el dolor y permitir que un animal lesionado continúe compitiendo. El resultado: lesiones agravadas, muchas veces irreversibles.
Disciplinas más afectadas por el dopaje
Las disciplinas en las que el dopaje animal tiene mayor incidencia incluyen:
- Carreras de galgos, especialmente en regiones como Andalucía o Castilla-La Mancha, donde se han denunciado casos de maltrato y abandono.
- Hípica y carreras de caballos, donde el uso de anestésicos locales para ocultar cojeras es tristemente frecuente.
- Colombofilia, con registros de dopaje en palomas mensajeras mediante corticoides para vuelos prolongados.
- Concursos caninos, donde algunos criadores administran esteroides o diuréticos para mejorar la musculatura o la definición física.
¿Cómo se detecta el dopaje?
La labor del laboratorio es fundamental en la lucha contra el dopaje. AMSvet realiza controles antidopaje mediante el análisis de sangre y orina, utilizando técnicas de alta precisión como:
- HPLC-MS/MS (cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masas)
- GC-MS/MS (cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas)
Estas metodologías permiten identificar incluso trazas mínimas de sustancias prohibidas, garantizando resultados fiables y legalmente válidos.
Una red de colaboración para proteger al animal
Desde AMSvet trabajamos con federaciones deportivas, veterinarios y cuerpos como el SEPRONA para detectar posibles casos de dopaje y velar por el bienestar de los animales. Cada año se analizan en nuestro laboratorio alrededor de un centenar de muestras, procedentes principalmente de caballos y perros de competición.
Un problema que necesita más visibilidad
Aunque existen normativas, la falta de controles rigurosos y la impunidad en algunos circuitos permiten que el dopaje animal continúe practicándose. Para frenar esta tendencia, es fundamental aumentar la concienciación, reforzar los mecanismos de inspección y aplicar sanciones ejemplares.
Porque detrás de cada animal dopado hay una historia de sufrimiento y explotación que no podemos seguir ignorando.