Si sospechas que tu mascota ha ingerido una sustancia tóxica, es crucial que actúes con rapidez. Incluso si tu mascota no muestra signos clínicos, es imprescindible que la lleves al veterinario de urgencia. La falta de signos no garantiza la ausencia de riesgo potencialmente mortal. Identificar la sustancia y la cantidad ingerida es fundamental para controlar los signos y determinar qué sistemas orgánicos pueden estar afectados.
Dependiendo de la sintomatología y el caso específico de tu mascota, tu veterinario puede recomendar un análisis toxicológico para confirmar el tóxico y proporcionar el tratamiento adecuado.